El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) no solo afecta a los niños; también puede persistir durante la adultez, afectando diversas áreas de la vida, como el trabajo, las relaciones personales y la salud emocional. Muchas personas pueden no ser conscientes de que tienen TDAH, ya que los síntomas tienden a ser más sutiles en la adultez, lo que puede llevar a dificultades continuas sin un diagnóstico claro.
¿Qué es el TDAH en adultos?
El TDAH en adultos se caracteriza por tres síntomas fundamentales que comienzan en la infancia, pero pueden manifestarse de manera diferente a medida que la persona crece:
- Dificultades para mantener la atención: Los adultos con TDAH a menudo experimentan problemas para concentrarse en tareas, manteniendo su atención solo por períodos cortos de tiempo. Pueden tener dificultades para ignorar las distracciones, lo que afecta su desempeño en actividades laborales y sociales.
- Impulsividad: La tendencia a actuar sin pensar en las consecuencias es otra característica clave. Los adultos con TDAH pueden ser impulsivos en sus decisiones, lo que puede ocasionar problemas tanto en el ámbito personal como profesional.
- Inquietud o hiperactividad interna: Aunque la hiperactividad física tiende a disminuir con la edad, muchos adultos con TDAH continúan experimentando una sensación de inquietud interna que les dificulta relajarse o mantenerse tranquilos durante largos períodos de tiempo.
¿Cómo afecta el TDAH a la vida diaria de los adultos?
Cuando no se diagnostica ni se trata, el TDAH puede dar lugar a diversos problemas en la vida diaria, tales como:
- Dificultades académicas: A pesar de contar con las capacidades cognitivas adecuadas, los adultos con TDAH suelen tener dificultades para seguir una carrera académica debido a su incapacidad para concentrarse y organizarse de manera efectiva.
- Desempeño laboral: Los problemas de atención, planificación y organización pueden afectar negativamente el rendimiento laboral, lo que puede generar frustración y sentimientos de insuficiencia.
- Problemas de impulsividad: La impulsividad puede llevar a comportamientos peligrosos, como el consumo de sustancias, conducción riesgosa o problemas legales.
- Relaciones personales inestables: La dificultad para controlar los impulsos y la irritabilidad frecuente puede generar conflictos en relaciones laborales y afectivas.
- Problemas emocionales: Como consecuencia de las dificultades en la vida diaria, es común que los adultos con TDAH experimenten ansiedad, depresión u otros trastornos emocionales.
¿Cómo evaluamos el TDAH en adultos?
En Ansuz, realizamos un diagnóstico exhaustivo para identificar el TDAH en adultos. Utilizamos pruebas neuropsicológicas especializadas que nos permiten evaluar áreas clave del funcionamiento cognitivo y comportamental, tales como:
- Funciones ejecutivas: Evaluamos habilidades como la planificación, la organización, la toma de decisiones y el control de impulsos, que suelen estar afectadas en los adultos con TDAH.
- Memoria de trabajo: Medimos la capacidad para retener y manipular información en la mente mientras se realiza una tarea.
- Atención: Examinamos la capacidad de concentrarse, especialmente en tareas que requieren atención sostenida y selectiva.
- Control de impulsos: Evaluamos cómo la persona maneja la impulsividad y cómo responde ante situaciones que requieren autocontrol.
Además de estas pruebas, tomamos en cuenta los criterios diagnósticos establecidos en el CIE-10 y realizamos un análisis detallado de los antecedentes del paciente, ya que los síntomas del TDAH en adultos deben rastrearse hasta la infancia para asegurar un diagnóstico preciso.
¿Por qué es importante un diagnóstico temprano y preciso?
Aunque muchas personas tienen síntomas parecidos al TDAH en algún momento de su vida, solo se diagnostica cuando los síntomas son persistentes y afectan negativamente varias áreas de la vida de la persona. Un diagnóstico certero es fundamental para implementar estrategias adecuadas que ayuden a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida.